mercredi 28 février 2018

Leer a Wittgenstein, de nuevo

27 de febrero de 2018, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Juliao Sarmento, R.O.C. (40 plus one), 2011, video, 17’19 »




Juliao Sarmento, R.O.C. (40 plus one), 2011, video, 17’19 »



La galería Cristina Guerra expuso (hasta el 24 de febrero) tres videos y una instalación de Juliao Sarmento, retomo mi texto de 2012 sobre el video R.O.C. (40 plus one), que había visto en donde Templon, y añado dos palabras sobre los otros dos videos.



Juliao Sarmento, R.O.C. (40 plus one), 2011, video, 17’19 »



Juliao Sarmento, R.O.C. (40 plus one), 2011, video, 17’19 »



Las observaciones sobre los colores (R.O.C.), uno de los últimos libros de Ludwig Wittgenstein, no es un libro de acceso fácil, es incluso difícil y esencialmente opaco, que plantea la cuestión de la relatividad de los colores y de su 'lenguaje'. Si usted no se siente con ánimos para estudiarlo seriamente y hacer la exégesis, puede evitárselo yendo a ver en la exposición el video R.O.C. (40 plus one) del artista portugués Juliao Sarmento. Algunos juegos prohibidos. Estoy casi seguro de que ustedes escucharán (y/o leerán los subtítulos) con muchísima atención las primeras cuarenta proposiciones de la obra de Wittgenstein al igual que la 53. 



Juliao Sarmento, R.O.C. (40 plus one), 2011, video, 17’19 »


Juliao Sarmento, R.O.C. (40 plus one), 2011, video, 17’19 »



Oirán, en un inglés excelente con un mínimo acento portugués, pero no sin vacilaciones, balbuceos y torpezas, a Ana Filipa Cardoso quien descifra sobre un teleprónter invisible; lee solo la 53 en una hoja de papel, luego la arruga y la tira al suelo. En el suelo está también la ropa de la joven, quien al tiempo que lee el texto de Wittgenstein, se va desnudando poco a poco, quitándose la ropa (y las joyas) con medida y rigor analíticos, prenda a prenda, al tiempo que las dobla con cuidado para ponerlas en el suelo unas sobre otras minuciosamente, en un rito inexorable que nada puede distraer, mientras que enumera las máximas de Wittgenstein, aparentemente sin entender pero con una especie de fiebre fría y distante. En el decorado pastel del Palacio Pombal, termina sentada, desnuda, de piernas y brazos cruzados, mirándonos fijamente, sin expresión, simple vector, al cumplir su papel de retener la atención puede desaparecer ahora que nos hemos vuelto discípulos del maestro.



Juliao Sarmento, Doppelgânger, 2001, doble proyección


Faces (1976) muestra un beso interminable entre dos mujeres, filmado muy de cerca y que pierde su erotismo muy rápidamente para convertirse más bien en repugnante y grotesco (lean el texto de Kathie Noble en la página de la galería). Doppelgänger (2001) juega con la oposición entre blanco y negro, entre interior y exterior; en este video, como en Moebius, inversión eterna, eternamente repetitivo, eterno femenino, al que Sarmento sigue siendo sensible (y nosotros también...)

fotos del autor (en 2012), excepto la última (cortesía galería Cristina Guerra)

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