lundi 12 février 2018

La luz cegadora (Valter Ventura)

12 de febrero de 2018, por Lunettes Rouges


(artículo original en francés, aquí)





Valter Ventura, Luz e cegueira, 2017


La obra de Walter Ventura cuestiona los parámetros claves de la fotografía, ayer el disparo, hoy la luz, esencial para fotografiar, pero que puede enceguecer. Su exposición en el Archivo Municipal de Lisboa (hasta el 21 de abril) comprendre numerosos documentos de los archivos y una (demasiado) pequeña cantidad de fotografías propias, de las cuales, las más impresionantes son seis retratos de hombres con gafas de sol alta protección y que se disponen a afrontar la luz más enceguecedora, el flash más potente, la explosión más fuerte; y el resplandor que se refleja en los vidrios nos ciega.




Jack Aeby, Trinity nuclear test, Alamogordo, 16 de julio de 1945


Pues esta exposición se refiere en particular a la explosión atómica. Yo conocía las fotografías que realizó Harold Edgerton de las primeras explosiones atómicas y a las cuales James Elkin dedicó un capítulo de su libro sobre la fotografía en donde anotó que esas fotografías eran difíciles de ver, daban miedo y resistían a la visión. Sentimos la misma impresión ante las numerosas fotografías de la primera explosión atómica (Trinity) en julio de 1945, que hicieran Berlyn Brixner y Jack Aeby : sólo el champiñón (a 9 segundos) nos es familiar, las otras imágenes de la bola de fuego son extrañamente molestas. 





VIPs civils, Operación Greenhouse, Islas Marshall, 7 de abril de 1951, colección Everett



Pero esa sensación extraña es también un espectáculo : Ventura reunió varias fotografías de espectadores, militares y científicos observando las explosiones, y también turistas en las Vegas con el champiñón a lo lejos. 
El espectáculo es tal que el 7 de abril de 1951 en las islas Marshall (atoll Bikini), se ven algunas personalidades (algunos con pantalón corto) cómodamente instaladas en sillas de playa para ver la explosión : ¿cómo no pensar en los veraneantes absortos de People in the Sun de Edward Hopper?




Hiroshima, escaleras del banco Sumitomo, agosto de 1945, World History Archive




Y claro, lo que por un lado es espectáculo y orgullo, por el otro es tragedia. La luz terrible de Hiroshima y Nagasaki tuvo un efecto fotográfico sobre ciertas víctimas : sus cuerpos desaparecieron pero sus sombras quedaron impresas en la pared o en el suelo. Si la imagen del hombre de la escalera (tomada por Eiichi Matsumoto en Nagasaki) es bien conocida y ha sido debatida a menudo, esta, en el suelo, de este hombre con su bastón delante del banco Sumitomo en Hiroshima, lo es menos.




Rayo au magnésium avec installation de décharge, Photographisches Institut, ETH Bibliotek, Zurich, 1928


La bomba atómica que interviene como un flash nos conduce a la fotografía : un disparador en el extremo del brazo, que podría ser una espoleta, un flash Metz 45 CT-5 desbaratado, un tratado de Albert Londe sobre los destellos con magnesio y esta imagen de la descarga de un flash que oculta totalmente al operador. Se volverá a hacer referencia a un conjunto de imágenes sobre un ejercicio de protección civil en Londres : simulacro de explosión e imagen vuelta a interpretar.

Podemos ver esta exposición como un juego entre archivos y creación, entre imágenes encontradas y escenificadas e imágenes creadas haciéndoles eco, dos facetas complementarias al igual que la luz y la ceguera van de la mano en esta obra.

Fotos del autor

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