dimanche 26 février 2017

¿ Dormirse en el museo ? (Ali Cherri en el Jeu de Paume)

22 février 2017, par Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí) 




Ali Cherri, Somniculus, 2017




El objeto de museo, en particular de museo etnográfico o arqueológico o de muséum, existe para hablarnos de un lugar que no conocemos, para educarnos, transmitirnos argumentos racionales, educados, cartesianos. Esto, claro, se integra en un esquema que es el de nuestra sociedad, el de nuestra mirada : objetos similares no conllevan los mismos argumentos según el lugar en donde se encuentren, en un gabinete de curiosidades, en un museo colonial, en una tienda de anticuario, en el Mercado de la pulgas o en el Quai Branly; nuestra ideología de mostración se impone al objeto y nuestra mirada debe conformarse. Es verdad que podemos ser dóciles, pues estamos aprendiendo, respetuosos o conformistas, o bien podemos ser escépticos y reticentes, frente, por ejemplo al relato nacional bajo Napoleon III, a las frenologías racialistas de las exposiciones coloniales o a la arqueología falsificada de Moshe Dayan. Pero, seguimos siempre con una lógica racional consumidora de sentido y de contexto.




Ali Cherri, Somniculus, 2017 (busto frenológico, moldeado de yeso del XIX realizado sobre un autóctono, Musée de l’Homme)




Siempre, salvo cuando dormimos : no con un sueño profundo demasiado alejado de lo real, sino con un sueño ligero, un somniculus, como se llama la exposición del libanés Ali Cherri en el Jeu de Paume en su programación Satélite (hasta el 28 de mayo, simultáneamente en el CAPC en Burdeos hasta el 30 de abril, y más tarde en enero y febrero próximos en la Maison Bernard Anthonioz en Nogent-sur-Marne). Esta exposición es la primera del ciclo "La economía de lo vivo" del comisario ghanés Osei Bonsu, que se interesará por la movilidad del cuerpo y de los objetos, por la arqueología del tiempo y por la historia como receptáculo de la memoria viva.





Ali Cherri, Somniculus, 2017




¿ De qué trata entonces ese sueño ligero, ese estado de levitación suave, de disponibilidad reducida, de consciencia disminuida, tal como lo escribe el artista en el catálogo ? Es un momento de pausa, de distracción, de sueño del pensamiento (pero sin pesadillas ni monstruos) en el que, en lugar de admirar y reflexionar, podemos abandonarnos, sentir e identificarnos con los objetos, imaginar más allá de lo visible; es más un enfoque animista que racional, en el cual los objetos se convierten en dobles, protectores, formas autónomas, flotantes, que nos hablan de otra manera, que nos hacen entrar en otra ficción. Es, según una citación (sin acreditar, lástima) de John Berger, en el epígrafe del catálogo, una experiencia de intemporalidad (como el éxtasis, el orgasmo o la casi-muerte) durante la cual "la imaginación de los vivos cubre la totalidad del ámbito de la experiencia y se extiende más allá de los contornos de la vida o de la muerte individual, [codeándose con] la imaginación lánguida de los muertos."





Ali Cherri, Somniculus, 2017 (Museo del Louvre)




Ali Cherri filma las salas vacías de los museos, en el Quai Branly, en el Museo de la Caza, en el Muséum, en el Louvre y en el Museo del Hombre. Allí aparecen, a veces a la luz de una linterna, sarcófagos, ciras anatómicas, animales disecados, bustos de indígenas moldeados con yeso, desollados, esqueletos, máscaras, estatuas votivas, momias de pájaros; de todos ellos no sabremos nada más, arrancados a su historia, a su contexto, a su cultura. Muchos tienen los ojos cerrados, también dormidos esperando quizás que los despierten. Algunas veces, un hombre, el artista, duerme en un banco de una sala del museo o en su cama blanca. Como él, por falta de contexto y de argumento, no sabremos nada de los objetos, y a veces apenas somos capaces de identificarlos en un viejo recuerdo de clases de otra época, tal periodo egipcio o tal cultura precolombina, y además sin estar muy seguros.




Ali Cherri, Somniculus, 2017 (busto frenológico, moldeado de yeso del siglo XIX realizado sobre un autóctono, Museo del Hombre)





La distancia con respecto a la cultura y esa especie de hipnosis y adormecimiento de la razón le dejan espacio no tanto a una lectura formalista anhistórica sino a una relación mágica y animista con los objetos, entonces durante el sueño ligero podríamos aceptar el punto de vista, absorber la psiquis, y podríamos entrar en armonía y en simbiosis con ellos. Ali Cherri nos está convidando a una experiencia extraña y difícil. Recuerdo una vez en el Museo de Arte de Sāo Pablo, en donde la disposición de la gran sala está hecha con audacia, y allí sencillamente, los carteles están detrás de las obras y no al lado; con las culturas que conozco un poco, la cosa se vuelve el juego culto : aquel  San Antonio oscuro ¿será un Zurbarán o un Murillo? Ello evita los prejuicios y permite ver la obra tal y cual es, sin preocuparse primero de su contexto histórico o estilístico. Aquí, al principio de la sala se encuentran dos vasos de tierra cocida, apenas decorados, de los que no sabía nada, intento ubicarlos en una cultura de Mesopotamia o de Micenas, y como no soy capaz posteriormente pienso que puede que me haya abandonado al sueño ligero de Ali Cherri y durante un largo instante me haya contentado dejándome poseer por esas formas perfectas, por esos dibujos tan puros. Solamente después les di la vuelta para leer el cartel : urnas funerarias precolombinas. Quizás sea más fácil abandonarse al somniculus cuando la muerte está presente.



Fotos cortesía del Jeu de Paume



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