mardi 8 juillet 2014

Artur Pastor, cierta nostalgia rural

8 de julio de 2014

Artur Pastor, cierta nostalgia rural

(Artículo original en francés aquí)


Es un mundo pasado el que representan las fotografías de Artur Pastor (1922-1999; en tres exposiciones en Lisboa, en el Museo de la Ciudad*, en los Archivos Municipales y - no la vi a causa de los horarios fluctuantes- en una tienda de fotografía, hasta el 31 de agosto), un mundo de campesinos y pescadores antes de la modernidad, en los años 50 del Portugal salazarista (y el énfasis sobre esos valores tradicionales, amenazados por la modernidad, estaba en harmonía con el Estado Novo y en nuestro país evocaría irrevocablemente el Estado Francés y la tierra "que, ella, no miente", pero puede que me esté avanzando demasiado). 


En todo caso esas dos bellas exposiciones, principalmente con revelados de la época y que llenan el corazón de nostalgia por ese mundo desaparecido (y que para la gente de mi edad, evoca   recuerdos de la infancia, fincas en los lugares más recónditos de Francia, Corrèze o Hautes Alpes). Siendo Pastor, de alguna manera, el fotógrafo oficial del Ministerio de la Agricultura (si bien entendí), la mayoría de sus fotografías eran documentales, pero supo sobrepasar esa misión y logró hacer composiciones elocuentes, estructuradas y muy interesantes estéticamente. 


Sobresalen las composiciones que resaltan los esfuerzos colectivos, pescadores alzando la barca o las redes sobre la playa, o acorralando atunes y levantándolos en sus barcas, mujeres transportando sal en las salinas, campesinos doblegados bajo los bultos de paja o alzando catedrales de bultos, vendimiadores subiendo las laderas del Duoro animados por un acordeonista, todas esas imágenes de ayuda mutua, de comunidad, de fuerza conjunta le dan a su trabajo una dimensión poética y social.


Por supuesto que sabe también hacer retratos admirables de hombres orgullosos, rudos, forzados y combatientes, y siempre observa la alegría campesina sonriente y amena. Por supuesto que sus nubes atormentadas, sus brumas marinas, sus composiciones casi abstractas de hileras de pescados secando en la playa o sus redes geométricas son también admirables. Bonitos paisajes rurales, raras vistas urbanas, excepto, y no es lo mejor (solamente en los Archivos) fotografías en color, en los años 90, transformaciones de Lisboa, en donde no se encuentran ni la calidad vibrante del blanco y negro, ni la inteligencia humana de las fotos sobre los oficios del campo y del mar.


*En medio de los pavos (uno blanco, como en las Borromées) y de niños jugando en los jardines del Palacio Pimenta. 


Llamado a candidatos : a alguien (voluntario) le gustaría traducir mi blog al portugués ? Voy a estar en Portugal por lo cual escribiré a menudo sobre las exposiciones en Lisboa, y, según el modelo de las traducciones del blog al inglés y al español, apreciaría si alguien estuviera interesado. Contactarme a lenot.marc@gmail.com.  Gracias. 

 
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