samedi 31 mai 2014

Algunas exposiciones que he visto en estos días

31 de mayo de 2014, 

por Lunettes Rouges

Algunas exposiciones que he visto en estos días 

(Artículo original en francés aquí)

Apuntes rápidos sobre algunas exposiciones que he visto últimamente. En París, primero tres artistas por los que me intereso desde hace tiempos..


Zoulikha Bouabdellah, Silencio, 2014 (vista de la exposición)

En la galería de Anne de Villepoix (hasta hoy) Zoulikha Bouabdellah (estoy siguiendo su trabajo prácticamente desde que empecé este blog) muestra, entre otras, una magnífica instalación de treinta alfombras de oración recortadas en el centro : y en cada hueco un par de zapatos de tacón dorados. Oración y erotismo, un tema que encontramos en los collages de imágenes pornográficas.



Sylvie Bonnot, Petite Mue III, 2013

En el Hotel Elysées Mermoz (hasta el 7 de septiembre), una bonita iniciativa artística, la exposición "la combustión de los paisajes", de Sylvie Bonnot (a ella también...). Escribí el texto de presentación sobre los paisajes reales y mentales de la artista y sobre su trabajo de experimentación con la imagen: véanlo (en francés) ! 
Foto de encima, retiró delicadamente la gelatina de una fotografía y las puso sobre una hoja de papel. 


Bertille Bak, Colección Otoño Invierno 2013, 2014

En la galerías Xippas (hasta el 7 de junio), el nuevo trabajo de Bertille Bak (a ella también la sigo desde hace bastante tiempo), demuestra que puede sumergirse en un entorno bastante extraño (después de Gitanos y monjas). Esta vez son unos cazadores leñadores de Vosges el objeto de su entomología documental. En la foto, soldaditos de plomo del Imperio pintados de nuevo pero con trajes de cazador estilo alsaciano. 


Christian Boltanski, Club Mickey, 1972

No muy lejos del Barlin de Bertille Bak, está Douchy-las-Minas, en el corazón de la región minera : un centro fotográfico del que yo había oído hablar y adónde fui por primera vez gracias a la red 50°Nord. Hasta el 7 de septiembre hay una pequeña exposición sobre la idea de apropiarse las fotos encontradas, por Erik Verhagen : primero, claro está, Christian Boltanski (los 62 miembros de Club Mickey en 1955) y Hans-Peter Feldmann.


Hans-Peter Feldmann, Liebe/Love, 2006

Feldmann muestra 142 imágenes que supuestamente deben representar el amor (liebe/love), imágenes que recogió aquí y allá : parejas de todas las edades y de todas las épocas, la mayoría, no todos, heterosexuales, también niños, un trío, cuartetos, y algunos solitarios, como una monja. También encontré dos fotografías que había descubierto en una exposición sobre un tema similar en la galería P420 en Boloña : los recortes de Joachim Schmid y la recolección temática de Peter Piller.

Bruce Nauman, Burning Small Fires, 1968 (detalle)

De Bruce Nauman, un afiche que lo muestra quemando un libro de Ed Ruscha (Various Small Fires and Milk), que mostraba la combustión de objetos diversos (también de un vaso de leche) : la puesta en abismo (mise en abyme) que Jonathan Milk continúa treinta años más tarde. 
La obra de Nauman se llama Burning small fires : y, como se puede quemar el fuego? La mano de Neuman teniendo las hojas que se están quemando hace pensar en les Allumeuses de Celine Duval ( ella también ..) : para ver las imágenes encontradas de esta última (su serie Guerra y Paz), habrá que ir a ver la otra parte de la exposición de Douchy en el FRAC (Fondo Regional de Arte Contemporáneo) de Dunkerque.


Julie Savoye 

Para terminar, en Valenciennes, en el centro de arte el H du Siège, observé a una de las artistas en residencia, Julie Savoye (que veremos próximamente en el Salón Creación Joven) : un trabajo sobre la destrucción de la obra (con carabina), que creo tan prometedor como sus vídeos que parecen también basados en el desmontaje del proceso de creación, como este interminable y desconcertante strip(e) tease.



Boltanski, Feldmann y Nauman están representados por ADAGP, por lo tanto las reproducciones de sus obras desaparecerán del blog al final de la exposición. 



Share and Enjoy



vendredi 23 mai 2014

Zurbarán, telas y naturalezas muertas

23 de mayo de 2014,
por Lunettes Rouges

Zurbarán, telas y naturalezas muertas

(Artículo original en francés aquí)

Zurbaran, Tazas y vasos, hacia 1633, 46x84cm
Sobre la gran exposición cronológica de los cuadros de Francisco Zurbarán en Bozar (Bruselas, hasta el 25 de mayo), no tengo la mínima intención (ni la capacidad) de hacerles una revisión completa, pues no tengo ganas de parafrasear el catálogo y más bien vean el excelente blog (en francés, Bon sens et Deraison) que no conocía y que en cinco instalaciones les hará descubrir mejor, el pintor, su obra y la exposición. Me contentaré con dos temas, sin duda menores ante la historia, pero que en cuanto a pintura se refiere me parecen interesantes.


Zurbarán , San Francisco en la tumba, hacia 1635
El primero tiene que ver con la tela : recuerdo que hace cinco años, la pintora de drapeados Alison Watts mencionaba entre sus fuentes de inspiración el San Francisco de la National Gallery (cuya compra en1853 hizo bastante ruido en la Inglaterra victoriana) y es él quien nos recibe, una vez que hayamos pasado el primer trayecto impuesto, al fondo, derecho frente a nosotros. Su traje, un hábito marrón nos atrae irresistiblemente puesto que prácticamente ocupa todo el lienzo : el rostro del santo medio disimulado por el capirote de enorme pico, su cabeza agachada hacia el suelo, sus manos teniendo el cráneo de meditación fúnebre y sus pies desnudos son los únicos elementos que sobresalen en ese fondo oscuro. La mitad izquierda es de un negro tinta. Sólo vemos esta escultura oscura, sencilla y humilde, un tela plisada moldeada por la luz.


Zurbarán, El Venerable Jerónimo Miguel Carmelo, 1630-1632 - Zurbarán, Hermano Jerónimo Pérez, hacia 1632
Es todavía más impactante, cuando desde la entrada vemos esta figura oscura acompañada a lado y lado, por dos monjes blancos : a la izquierda el venerable Jerónimo Miguel Carmelo (procedente de la iglesia Santa Bárbara de Madrid), la cabeza inclinada hacia la izquierda, los ojos elevados al cielo mirando a una Virgen arriba a la derecha. El libro sostiene su hábito blanco que cae al suelo en cascada con cantidad de aberturas en las que juega la luz. El de la derecha es el hermano Jerónimo Pérez (procedente de la Academia San Fernando, Madrid) : más frontal, apenas volteado hacia su derecha, nos mira directamente y los pliegues de la tela de su manga izquierda son también una escultura digna de un mármol de la antigüedad. Se crea un eco entre esos tres lienzos, el marrón y el blanco, el ermita y los monjes, el juego de miradas (hacia el suelo, hacia el cielo y hacia nosotros), y sobretodo la fascinación que uno siente ante esas telas, su textura, sus pliegues, su arrugado, sus volúmenes, sus cavidades, crean, me parece, uno de los momentos fuertes de la exposición, en medio de tantas obras más convencionales.


Zurbaran, Inmaculada Concepción, 1661
Les responde, unas salas después, el extraño cuadro de la Inmaculada Concepción de Lagon, en donde, de nuevo, más allá de la proyección de la imagen religiosa (cerca de dos siglos antes de la proclamación del dogma), solamente vemos ese velo abombado por el viento, que le hace contrapeso al cuerpo en oblicua de la Virgen de cara infantil : esos volúmenes tumultuosos, extraños, casi orgánicos, parecen tener, según nuestra mirada moderna y post-froidiana, una vida propia, así que el cordón enrollado en si mismo y flotando al viento. 


Zurbarán, taza de agua y rosa en bandeja de plata, hacia 1630, 21.2x30.1cm
La otra fascinación en esta exposición fue la pureza de algunas pequeñas naturalezas muertas, y en particular esta delicada tacita (que vemos idéntica en otro de sus cuadros);  que se trate de un bosquejo o de un cuadro la elegante sencillez sorprende en la obra de este pintor que a menudo es menos sobrio. Al igual la naturaleza muerta, arriba (procedente del Prado), juego de luz y de volúmenes con tazas y jarras, es ante todo un ejercicio de pintura pura que puede evocar a Morandi.

Craigie Horsfield, The Archiconfraternity of Santa Monica , Piazza Sant’Antonino, Sorrento, April 2010, Tapisserie, 400 x 1300 cm

Antes de entrar en la exposición, en el hall del museo, queda uno paralizado ante el largo friso de penitentes blancos de la Venerable Archiconfraternidad de Santa Monica de Sorrento. (Hasta el 25 de mayo). Es igual, ni caras, ni cuerpos, sólo vemos los hábitos blancos y los capirotes. Hermosa foto se dice uno antes de acercarse y darse cuenta de que trata de una tapiseria de Craigie Horsfield, como un abreboca antes de ver las obras de Zurbarán. 

En otra parte del Bozar, hasta el 25 de mayo, el laberinto de celosías de Cristina Iglesias (mucho mejor que su fuente) y, hasta el 3 de agosto, los cuadros de Michaël Borremans (que nada me inspiraron) y una exposición sobre el arte contemporáneo griego en época de crisis. 



Craigie Horsfield es representado por ADAGP, la reproducción de su obra saldrá del blog al cabo de un mes.  

Share and Enjoy

 

mercredi 21 mai 2014

¿El despertar de Irán ? No todavía

21 de mayo 2014, 
por  Lunettes Rouges



(Artículo original en francés aquí)
Kazem Chalipa, Kavir (Desierto), 1984
Esperábamos mucho de esta exposición sobre Irán en el MAMVP (Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París, hasta el 24 de Agosto). Primero porque del arte iraní contemporáneo, en general sabemos poca cosa, fuera del cine y algunos exiliados como Shirin Neshat. Luego porque la comisaria artística Catherine David, es una excelente conocedora del Medio Oriente y que en varias oportunidades ha demostrado que sabe descubrir talentos locales para presentarlos aquí. Y en fin, por la curiosidad que despiertan ese país y su arte ahora que se van a quitar las sanciones impuestas y que el país se abrirá. Pero desde el primer letrero vemos el tono que le han dado : se trata más de moderno que de contemporáneo, más de documentación que de actualidad y más de gente consagrada por los museos que de la escena emergente, lejos de lo que aquí se califica de moda, de especulación y, peor, de auto-exotismo, un concepto cuyo sentido no me quedó nada claro.
Behdjat Sadr, ST, 1974, c. galería Frédéric Lacroix
Desde ese punto de vista, las primeras salas de la exposición cumplen perfectamente su misión: un homenaje al pintor Bahmann Mohasses (1931-2010), con mitologías grotescas; éste fue objeto de una película (para ver) Fifi grita de alegría.
Los efectos de luz, de superficie, de las pinturas ondeantes de Behdjat Sadr (1924-2009) me parecen interesantes, ya que coordinan la abstracción óptica con la herencia de la caligrafía.
Después de algunas obras gráficas, tenemos una muy importante documentación  sobre el festival de Persepolis (1967-1978) con el cual el Shah quería adquirir prestigio en el mundo cultural y eventualmente (pero no se nota para nada) oxigenar las tradiciones artísticas iraníes. 
Una nueva sala con documentos fotográficos sobre un barrio de prostitutas en Teherán, Shahr-e No; después hay salas sobre la revolución islámica (1979) y la guerra con Irak (1980-1988) en donde hay numerosos carteles de los hermanos Shishegaran, con una estética tipo "mayo del 68", y cuadros patrióticos sin un mínimo de toma de distancia, como el que está totalmente arriba (Karem Chapila, nacido en 1957), que acaban demostrando que aquí estamos en una exposición más bien histórica y documental (por otra parte, la contribución de Catherine David al  catálogo es intitula "Pasión Documental") en la cual la calidad creativa artística parece haber pasado a un segundo plano. Se aprende muchísimo, pero, por poco que uno se interese por el Irán de hoy, se queda ardiendo de impaciencia. 

Mitra Farahani, D & G, 2011, carbón sobre lienzo
Después empieza la sección llamada contemporánea : primero hay que pasar por hileras de dibujos de arquitectura (Khosrow Khorshidi, nacido en 1932) o de carteles murales (Arash Hanaei, nacido en 1978), de retratos de familias iraníes (Mohsen Rastani, nacido en 1958) o de travestis (Tahmineh Monzavi, nacida en 1988), de fotografías familiares y cotidianas (Mazdak Ayari, nacido en 1975) o de escuelas religiosas (Behzad Jaez, nacido en 1975) que, desde el punto de vista occidental, parecen terriblemente pasadas, estilo "años 60": trabajo técnico de calidad, estética convencional y temas sociales. Esos artistas, jóvenes o menos jóvenes parecen estar desconectados de las corrientes que agitan el arte contemporáneo de hoy y son terriblemente convencionales. El país debe tener mucho mejor, la escena joven iraní no se puede limitar a esto, debe haber también artistas jóvenes que se expresan de manera más creativa, menos pomposa. Es quizás el caso de Mitra Farahani (nacida en 1975 y que es la autora de la película sobre Mohasses citada más arriba) cuyas grandes instalaciones de cabezas decapitadas por lo menos molestan, sin llegar a convencer ; la referencia al David de Caravaggio es algo abrumadora. No es el caso de Narmine Sadeg (nacida en 1955; que además comparte la comisaría de la exposición) cuya instalación de pájaros que ilustran una leyenda parece demasiado grandilocuente, demasiado evidente y llamativa, hecha para gustar, no pasa de ser otra cosa que una anécdota.  

Chohreh Feyzdjou, Products of Chohreh Feyzdjou, 1988-1992, vista de la exposición
Pero no es el caso de otros dos artistas : la primera falleció en 1996 y recuerdo sus exposiciones en el museo del Jeu de Paume en 1994 y Documenta en 2002. El taller de Chohreh Feyzdjou (1955-1996), adquirido por el CNAP (Centro Nacional de Artes Plásticas), está en Burdeos en el CAPC (Centro contemporáneo de Artes Plásticas) y fue transpuesta aquí. Por primera vez en esta exposición se siente la inspiración :  la artista clasificaba meticulosamente su trabajo pasado dentro de envases, cajas, rollos de papel de colgadura, al conservarlo recubierto con cera y nogalina. Aquí todo es oscuro y fúnebre, todo esta fuera del mundo, fuera del tiempo, retirado, entre paréntesis. Aquí uno erra en un cementerio, en un archivo muerto, en una cápsula irreal; podemos evocar a Boltanski y la memoria (y Feyzdjou también era de origen judío), Chen Zhen* y la relación con el pasado (y Feyzdjou también murió a los 40 años de una enfermedad incurable), Jean Luc Parent y sus bibliotecas ideales o las primeras instalaciones del misterioso Museo Khômbol de Driss Sains-Arcidet, pero la fuerza única de Feyzdjou viene de su cultura, de su origen, de su mestizaje y de todo lo que pudo llevarla a su relación con el tiempo y con la muerte. Es desde muy lejos la obra más notable de toda la exposición. 
Chohreh Feyzdjou, Products of Chohreh Feyzdjou, 1988-1992, vista de la exposición

Por fin un artista vivo saca la cara : Barbad Golshiri (nacido en 1982) muestra unas piedras tumbales, entre las cuales el proyecto que realizó precisamente para Chohreh Feyzdjou, quien murió en París y descansaba bajo una piedra tumbal casi anónima, y Golshiri acaba de construirle un sarcófago (en el cementerio de Pantin, división 115, línea N, tumba 10). Golshiri (entre otros proyectos) construye tumbas para anónimos privados de memoria, cuyo nombre no debe aparecer,  o cenotafios a la memoria de desaparecidos. La inscripción tumbal que se presenta aquí es efímera, el hombre enterrado ahí, opositor político asesinado, no tiene derecho a su nombre (designado por sus iniciales Mim Kâf Aleph), su memoria debe desaparecer, debe seguir proscrito incluso después de su muerte. Entonces su familia se reúne algunas veces sobre la tumba sin ninguna inscripción y utiliza la plantilla hecha por Golshiri para escribir en su honor, con hollín, una inscripción funeraria que la lluvia o algún guardia laborioso de la revolución vendrá a borrar poco después. Este es un trabajo puro y denso, una obra de resistencia discreta pero tenaz (que me recordó el afiche que Ernest Pignon-Ernest fue a pegar en el pueblo -destruido por la purga étnica de 1948 y reemplazado por un kibboutz- en donde Mahmoud Darwish había nacido) y es este el único momento, o casi, de la exposición en el que el Irán de hoy rebelde e insolente se despierta y sale a la superficie. 


Barbad Golshiri, Tumba sin titulo, 2012, plantilla y huella con hollín 

* añado de paso la excelente exposición sobre Chen Zhen en la Galería Perrotin, pero organizada por la Gallería Continua, en donde vi la mayoralía de las obras (y escribí sobre ellas); entonces no voy a insistir, pero hay que verla. 

Fotos 2 & 3 cortesía del  MAMVP; fotos, 4, 5 & 6 del autor.



Monumenta : quédese afuera

21 de mayo de 2014, 
por Lunettes Rouges
Monumenta : quédese afuera

(Artículo original en francés aquí)

Ilya et Emilia Kabakov, La ciudad extraña, Monumenta 2014
Si va al Grand Palais (hasta el 22 de junio) cuando el sol está en el cenit y cuando la reverberación se proyecta en las paredes blancas de la ciudad que construyeron los Kabakof, uno se creería bien tranquilo en una ciudad del sur, aplastada por el sol y cargada de espíritu, en Patmos o en Mzab, a pesar de que las callejuelas son demasiado anchas y las salidas de emergencia nos recuerdan un poco demasiado el contexto. Deambular por esta ciudad blanca es desconcertante y placentero, la cúpula musical y el arca en ruinas, y el primer pabellón refuerzan esa sensación etérea, meditativa, casi mística : es un museo vacío que no han intelectualizado como lo hicieron en el Centro Pompidou, es sensible, incluso sensual, con sus cornisas vírgenes y bañadas de luz y la música de Bach que inunda el espacio. Da la sensación de haberse ido para vivir una bella experiencia. Yo había sugerido una vez (después de la catástrofe playista de Buren) que stanley brouwn ocupara el Gran Palais, y es casi esa misma sensación de simplicidad y de rigor que se ampara de mi en este instante. 
Ilya et Emilia Kabakov, La ciudad extraña, Monumenta 2014, El centro de la energía cósmica.
Lástima que todo se dañe después : el recorrido nos conduce a los cuatro pabellones periféricos, en donde se entra en un misticismo kitsch y de mal gusto, con tendencia new age. No nos ahorran nada, ni la ciudad utópica tibetana, evidentemente tibetana, (en la que la traducción de cámara oscura es cuarto negro....), ni los desvaríos sobre la energía cósmica y el complot simplificador de los 60° (todas las estructuras esenciales del mundo, desde Babel hasta los constructivistas, están inclinados a 60°, aquí arriba), ni el kitsch tan divertido del encuentro con el ángel para volverse  mejor, ni el pesado simbolismo del portón acompañado de versos malos. Entre dos sumergidas en esas burradas esotéricas de fin de siglo (XIX), uno vuelve a respirar en los corredores, entre las paredes blancas, al sol, y después se va, qué lástima.
Ilya et Emilia Kabakov, La ciudad extraña, Monumenta 2014, La capilla blanca
Cuando al fin uno emerge, sale sin energía para apreciar la capilla oscura, banal taller de artista, pero todavía sigue respirando un poco para el montaje de pinturas de la capilla blanca, juego de fragmentos fríos y realistas aparecen en las paredes como si fueran vestigios del pasado, pero que pena que estén tan ordenados. Solamente convence la mancha negra del Juicio final por encima de la entrada, de donde surgen tres rostros sin duda angélicos, flotando sobre el desastre. En resumen, una vez visto el museo vacío y escuchado Pasacalle, más vale quedarse afuera para evitar cualquier contaminación estético-mística que podría ser peligrosa para la salud mental. 
Ilya et Emilia Kabakov, La ciudad extraña, Monumenta 2014
Si bien se trata de la última Monumenta, el rigor a la Filipetti obliga, es imposible compartir el gran entusiasmo de Le Monde que clasifica y califica las ediciones precedentes. Mi lista de honor personal : Serra y Boltansky 


Fotos del autor. La ADAGP representa a los Kabakov entonces las reproducciones de las obras serán retiradas del blog cuando termine la exposición.

Share and Enjoy

mardi 13 mai 2014

Guerra y Locura

13 de mayo de 2014,
por Lunettes Rouges

Guerra y Locura

(Artículo original en francés aquí)

Museo Doctor Guislain
Museo Doctor Guislain
Estamos en un hospital psiquiátrico del siglo XIX, en la entrada nos reciben un Cristo bendiciendo y Madona, su arquitectura de ladrillo se extiende de claustro en claustro con jardines bien arreglados y tranquilas columnatas. Nos encontramos en los barrios norte de Gante y este hospital psiquiátrico fue el primero de Bélgica, fundado en 1857 por los Hermanos de la Caridad, indignados, en ese entonces por las condiciones rudimentarias y violentas del tratamiento de los enfermos mentales en la ciudad en donde en 1191 había sido creado el primer asilo para alienados : fue sin duda uno de los inicios en Europa de un tratamiento psiquiátrico de cuidado y de curación en lugar de rechazo y de limitación. Ese lugar tranquilo y sereno (por lo menos aparentemente) tiene un museo, al que llamaron con el nombre del fundador del hospital, el Doctor Guislain.
Museo Doctor Guislain
El museo, integrado totalmente al hospital, se compone de tres partes; no pude ver la que se dedica al arte marginal. Al lado de las exposiciones temporales, una sección importante del museo cuenta la historia de la psiquiatría. No es el único museo de Europa destinado a la psiquiatría, pero, parece que es uno de los más interesantes. Las salas de exposición muestran la evolución, no tanto de los tratamientos y de las estructuras, sino sobretodo de la relación entre el personal sanitario y los enfermos, la toma de conciencia creciente de que se debe tener en cuenta al individuo y la desaparición progresiva de los tratamientos brutales. Sin ser para nada experto en la materia, lo único que les puedo aconsejar es que lean a más expertos que yo.
Roger Ballen, Sergeant F. de Bruin, Dept of Prison Employees, Orange Free State, 1992
Roger Ballen, Cat Catcher, 1998
Además, en este momento hay dos exposiciones temporales, relacionadas con su ámbito. Una (hasta el 31 de agosto) sobre Roger Ballen, neoyorkino de Johannesburgo, del que hemos visto los retratos de personajes al margen, extraños e inquietantes.
Roger Ballen, Blinded, 2005
Roger Ballen, Bath Scene, 2012
Su obra más reciente es menos documental, más poética, y combina dibujo y fotografía, con sus casi hibridaciones entre hombre y pájaro. En particular, Asylum of the Birds que representa un lugar fuera del mundo, envolvente y teatral, de donde uno no sale indiferente.
Don McCullin, Hué, Sud Vietnam, 1986
Phillip Gurrey, Eye, 2007
La otra exposición, sobre la guerra y el trauma (hasta el 30 de junio), está dedicada a la neurosis de guerra provocada después de la Primera Guerra Mundial, a las relaciones entre soldados y psiquiatría, y sobre todo al estrés post traumático. Hay unas cien obras ( procurarse el librito en francés que se encuentra en la entrada : casi todos los letreros están en lengua flamenca) que abarcan todas las guerras, desde 14-18 hasta Guantánamo, y muestra a los mutilados, el choque, la violencia, el trauma. Podemos ver tanto a Robert Capra como a Bruce Newman, tanto a Georges Grosz como a Don McCullin y a André Masson como a Marina Abramovic.
Eleanor Crook, And the band played on, 2013
Koen Broucke, El consultorio del doctor Hahneman, 2006
Entre mis descubrimientos está El consultorio del doctor Hahneman, un psiquiatra ficticio inventado por el artista Koen Broucke, uno de los pacientes virtuales de su médico imaginario entre otros heterónimos. Todos sufren de estrés post traumático (SSTP) o de otros trastornos de la personalidad y sus obras se exponen : los monocromos de Geoffrey Hougomont (SSTP) y de Marcel Quineau (piromanía, agorafobia, fobia social), las pinturas de historia de Francis Lennox (SSTP, paranoia), los carnets compulsivos de Johannesburgo Rodrigo Schwarz ( misofobia, terror al vacío, TOCs) o la colección del iraquí Tariq Al Malouf (SSTP, trastorno paranoico de la personalidad), conservador del primer museo dedicado a las armas de destrucción masiva. Una obra compleja sobre el recuerdo de la locura de la guerra en cada uno de nosotros.
Théodore Géricault, Loca monómana de la envidia, 1819-1821
Al salir de donde el Doctor Guislain, sería interesante ir a ver, de cerca, los locos de Géricault ( en el MSK (Museo de Bellas Artes de Gante) hasta el 25 de mayo).


fotos 2 & 10 del autor


Share and Enjoy