vendredi 17 janvier 2014

En torno a Khanweiler ( y de Leiris )

17 de enero de 2014, 

Por Lunettes Rouges

En torno a Khanweiler ( y de Leiris )

(Artículo Original en francés aquí)


La exposición Kahnweiler en Villenueve d'Ascq ( que cerró sus puertas el 12 de enero ) fue un homenaje, muy bien hecho e instructivo, al galerista y a sus artistas. Mirábamos todos esos grandes nombres respetuosamente, al tiempo que recorríamos una página de historia. Como no estoy lo suficientemente inspirado para contarles en detalle y de forma bastante animada, me contentaré con proponerles tres o cuatro viñetas.La primera estaba ya en la entrada, en donde, si uno se apartaba de la mujer hocicona de van Dongen se veían a la izquierda unas diez xilografías de Derain que datan de 1906. Debo confesar mi parcialidad ( inexplicable ) en lo que se refiere a los grabados en madera, sus líneas gruesas, sus negros inciertos y estriados, sus playas blancas salpicadas, su materialidad: mientras que una litografía, un grabado al ácido o una punta seca, raramente dejan ver el material con el que fueron realizadas. Frente a una estampa xilográfica, casi siempre se ven las venas de la madera, sus estrías, sus irregularidades, y esta aparición del material, de la naturaleza en en interior mismo de la obra de arte siempre me ha parecido bastante conmovedora. Esos Derain son desnudos, solitarios o en grupo, y su sensualidad algo salvaje es como moderada por la falsa tosquedad de los rasgos. En una vitrina, descubrí L'enchanteur pourrisant ( que podríamos traducir como El encantador pudriéndose ) : primera obra ilustrada por Derain y primera publicada por Kahnweiler (1909), Apollinaire tenía 19 años.



André Derain, Nu (L'enchanteur pourrissant), 1906, xylographie, LaM



La exposición trataba con indulgencia el bajón de Kahnweiler a finales de los años 20,cuando sus artistas principales eran Eugène de Kermadec y Suzanne Roger, pintores ciertamente honorables, pero no exactamente en la misma liga que Picasso, Léger o Masson. En cambio fue más elocuente sobre el hecho de que Kahnweiler pasó sin ver el surrealismo y que su amistad con André Masson ni siquiera lo condujo a apreciar a Max Jacob, Bataille, ou Desnos, que conoció gracias a Masson. La Resistance ( la Resistencia ) de André Masson, fue la obra central de la reapertura de la galería después de la guerra: un cuadro que dizque influenció a Pollock y de Kooning.




André Masson, La Résistance, 1943/44, huile sur toile, 176x139cm,Centre Pompidou
























Gracias a Masson, Picasso y Michel Leiris ( que se casó con la hija natural de la señora Kahnweiler, Louise Godon), un tema muy presente aquí, y que los conservadores tuvieron la inteligencia de no volver insípido, es el de la tauromaquia. Leiris la compara a la "guerra inexpiable del creador con su obra... Última oportunidad para el hombre, si se atreve a arriesgar sus huesos, de darle cuerpo a la vida." Además de los cuadros de Picasso y de los grabados de Masson, magníficos y trágicos , había en el piso superior, una sala sobre Leiris y el libro ilustrado, por aquí, El espejo de la Tauromaquia ilustrado, por allí, Masson por Francis Bacon: una hermosura que posiblemente en el futuro solo sirva para recordar la nostalgia de las fiestas pasadas. Masson, Derain y Bacon representados por l'ADAGP, las reproducciones de sus obras serán suprimidas del blog al cabo de un mes.

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