jeudi 7 mai 2015

De la invisibilidad del negro (Vasco Araújo)

30 de abril de 2015, por Lunettes Rouges

  
(original en francés, aquí)




Vasco Araujo, E nos sonhos que tudo comença, n°8, 2014, vista de la exposición, Demasiado pouco, demasiado tarde, CIAJG, Guimaraes, 2015 (ph. Susana Pomba)




En las paredes, papeles de colgadura tropicales, colores vivos y motivos exóticos, palmeras y flores exuberantes. O más bien cuadros que las reproducen fielmente, pero cuya contemplación admirativa es perturbada por los textos impresos sobre los motivos - y todavía más por su lectura. Uno de los temas de Vasco Araújo ha sido siempre la exploración de las tensiones coloniales y racistas de su país, y seleccionó en dos libros algunos fragmentos particularmente violentos, discursos de blancos angoleños o mozambiqueños que hablan del racismo ordinario, de la violencia contra los negros, de la imposibilidad de confiar en los indígenas, de la justicia de dos velocidades, y naturalmente, de la explotación sexual, de la violación, de la atracción sexual que los dueños de casa sentían por las esclavas jóvenes. Y esas palabras, tan naturales, tan evidentes, se muestran en las paredes con toda su violencia. El que vemos aquí (página 72 de Cadernos de memórias coloniais de Isabela Fugueiredo) explica que las mujeres blancas son serias y nunca hablan de sexo y que, al contrario, a las mujeres negras les gusta tener sexo y como no disimulan pues todo está permitido. ("Todo empieza en los sueños").



Vasco Araujo, vista de la exposición, Demasiado pouco, demasiado tarde, CIAJG, Guimaraes, 2015



En medio de la sala, una mesa de madera exótica, ovalada, alrededor de la cual los colonos se sientan y conversan. Y la violencia de las palabras escritas en la paredes está grabada en la mesa misma. Y ahí, con ese racismo doméstico se instila también el miedo, la conciencia del robo de las tierras y el temor a las revueltas : "Carajo! no podemos vivir siempre con miedo. Tenemos que eliminarlos a todos" (texto del libro Yaka del escritor angoleño Pepetela). Discurso racista y paranoico propio de los colones que saben que la historia está contra ellos, de Argelia a Angola, de Africa del Sur a Palestine. Y la obra se intitula "El infierno no son los demás".





Vasco Araujo, O inferno nao sao os outros (détail), 2015, 
vista de la exposición, Demasiado pouco, demasiado tarde, CIAJG, Guimaraes, 2015 (ph. Susana Pomba)




Y, en efecto, mientras que los blancos argumentan sobre su desprecio y su violación, los negros están ahí, presentes e invisibles : sirven la mesa, lavan la ropa, limpian el suelo, cuidan a los niños, y escuchan todo en silencio, sin decir nada, dejando la frustración y el deseo de venganza fermentar en su interior. En la exposición del CIAJG en Guimarães (hasta el 5 de julio), Vasco Araujo los ha invitado y los disimula, testigos mudos de toda esa abyección. Suspendidos y vueltos de cabeza debajo de la mesa sus sombras danzan por el suelo; hay que agacharse para verlos, están a la altura de los vientres y sexos de los blancos en la mesa, fuentes de la miseria sobre la cual un día clavarán los dientes.




Vasco Araujo, série Capita, 2012, vista de la exposición, Demasiado pouco, demasiado tarde, CIAJG, Guimaraes, 2015



De cabeza también los retratos de los empleados domésticos negros en la sala vecina, negros de casa, bien vestidos, uno de peluca blanca, otro con elegantes gafas, otro de corbatín blanco. Todos esos retratos están duplicados, el de la izquierda está en una placa fotográfica del siglo XIX, como un eco del poder de la fotografía, de su papel de identificación y de represión, de sus bertillonadas. La representación, la imagen, se convierten aquí en instrumentos del racismo ordinario casi benevolente. Claro está que todas esas cabezas aquilinas ("Capita", un título supuestamente inofensivo) se parecen : se trata del autorretrato del artista pintado de negro, 14 veces una reencarnación.  ¿ Y tú ? ¿ Cuál hubiera sido tu comportamiento entonces ?



Vasco Araujo, The Girl of the Golden West, 2004, vista de la exposición, Demasiado pouco, demasiado tarde, CIAJG, Guimaraes, 2015 (ph. Susana Pomba)



Una de las películas trata los mismos temas que se mostraron en la galería Andrea Baginsky hace algunos meses, diálogo entre personajes de los lienzos de Eduardo Malta, con una puesta en escena teatral que caracteriza al artista.
La otra película toma de nuevo el tema de la ópera de Puccini, La chica del Oeste, triángulo entre la mujer, el shérif y el bandido, y una matrona negra vestida de blanco, filmada en primer plano nos cuenta la historia en inglés. La historia vista a través de ese prisma adquiere modernidad, y la vida de esta mujer (tejana), el racismo del que ha sufrido, su condición de negra en el Sur 
se notan en cada instante. Habla de la manera como cada uno de los personajes expresa los derechos del hombre, una noción probablemente ajena a Puccini y sus libretistas; evoca a los esclavos indios y a los proletarios mejicanos, y de cierta manera, transpone el relato de la fiebre del oro a la época de los derechos cívicos. De este modo, deja traslucir su moral, su sabiduría, su concepción del amor y de la tensión entre fines y medios, su visión del mundo en el cual nadie es totalmente malo ni totalmente bueno. Algunas máximas elocuentes balizan la película, expresión de una moral cristiana tradicional; mi preferida es "No cross, no crown".

El resto del museo está dedicado al artista José de Guimarães, (el centro lleva su nombre), en la parte baja sus esculturas y cuadros, de las cuales las más vibrantes datan de su estadía en la Angola colonial de los años 60, y en la parte de arriba su colección de máscaras africanas : puede que yo sea el único que ve una pizca de ironía involuntaria en la separación entre la "cosecha" de arriba, tentativa de osmosis intercultural y la exposición de Araújo, demostración de su imposibilidad frente al colonialismo y al racismo. Demasiado poco, demasiado tarde...

Fotos de Susana Pomba (Miss Dove), y del artiste.


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